Se levanta cada día a las 5 de la madrugada, sale de su casa y viaja casi dos horas hasta la finca en la que trabaja dedicado a los viñedos. De orígenes muy humildes, sabe que no es fácil, pero se esfuerza para poder llevarle un plato de comida a su familia. Cuando regresa a su hogar, no descansa. Deja las herramientas y se va a entrenar.
Es que para Javier Carbajal el fútbol es una parte muy importante en su vida. Su cable a tierra, el momento de descansar la cabeza, de relajarse, de soñar despierto.
A sus 30 años, Javier la rompe en Defensores de San Martín. Lo hace de enganche o volante por izquierda. ‘Cumbia’, como le dicen, es talentoso, habilidoso. Le gusta el buen juego, mover la redonda y llegar al gol.
Empezó a correr detrás de la pelota siendo muy chiquito, arrancando en la AFI. Luego hizo las inferiores en el Verdinegro de Concepción, donde pudo salir campeón.
Entre los recuerdos más tristes que le dejó el deporte, el peor es haber perdido una final de Copa de Campeones frente a Los Andes de Tudcum en 2018. Fue un doloroso 3-0. Sin embargo, no quiere qudarse con la espina clavada y va por la revancha. «Es mi sueño», comentó en diálogo con La Excusa Deportiva.
Con sede en la Villa Mariano Moreno de Chimbas, el equipo actualmente juega en la Liga de Albardón, de la que fue campeón en 2017.